El abuelo Leoncio invirtió todos sus ahorros en un nuevo horno.
No era sólo un horno para hacer magdalenas, era mucho más.
Era la ilusión, el esfuerzo y el deseo de que se convirtiera
en el futuro para toda la familia.
Eran tiempos difíciles, pero encontró la receta para salir adelante.
Una receta que se ha mantenido en el tiempo que hace que nuestros dulces sean únicos en sabor y textura.
Tras años de esfuerzo, esta empresa ha obtenido el reconocimiento del
Reyno Gourmet, sello de calidad que acredita la calidad de sus productos artesanos de origen navarro.
Además, su línea de dulces ecológicos poseen la certificación requerida a nivel europeo y español.
Todos sus productos son libres de leche (sin lactosa, sin proteína de leche) y libres de frutos secos